Haz un viaje, dijeron.

Será divertido, dijeron.

Sí. Bien.

Se suponía que mi relajante viaje a Italia sería precisamente eso. Una oportunidad para mí de beber un poco de vino, comer grandes cantidades de pasta, ver algunos lugares de interés y recargar mis baterías.

Entonces, ¿cómo terminé aquí, en este barco, en medio del mar, con el hombre más atractivo que he visto en la vida real?

Bueno, esa es una larga historia...